PARA PUBLICACIÓN INMEDIATA: Junio 20, 2024
Contacto: Francisco Díaz Pinelo, francisco@cdmigrante.org
Atlanta, Georgia. Hoy, dos profesionales de México presentaron una demanda colectiva contra GFA (GFA Alabama Inc.) y Hyundai Glovis (GLOVIS Georgia, LLC) por fraude y discriminación, entre otras acusaciones. Esta es la sexta demanda presentada en los últimos dos años por profesionales de ingeniería y técnicos calificados mexicanos con visas TN en Georgia y Alabama, alegando que las empresas les mintieron a ellos y al gobierno de los Estados Unidos para emplearlos como trabajadores manuales.
En la demanda colectiva, presentada el día de hoy, las dos personas demandantes afirman que GFA (GFA Alabama Inc.) y Hyundai Glovis (GLOVIS Georgia, LLC) las discriminaron a ellas y a otras personas trabajadoras por su raza, ciudadanía y origen nacional, incumplieron su contrato de trabajo, no les pagaron el salario legalmente requerido, y cometieron fraude y extorsión bajo la Ley de Organizaciones Corruptas e Influenciadas por Extorsión (RICO) de Georgia.
Rosa Linda Soriano, una de las demandantes, presentó reclamaciones adicionales individuales alegando discriminación por embarazo y represalias por solicitar tareas ligeras para proteger su embarazo.
El Centro de los Derechos del Migrante, Inc. (CDM), Radford Scott LLP, Beal, Sutherland, Berlin & Brown, LLC y Hall & Lampros, LLP representan a las personas trabajadoras migrantes con visas TN que presentaron la demanda en la División de Atlanta del Distrito Norte de Georgia de los Estados Unidos.
La demanda afirma que cientos de personas trabajadoras con visas TN fueron reclutadas en México para trabajar en los Estados Unidos con promesas de empleo a nivel profesional con GFA, incluso en la cadena de suministro de Hyundai-Kia, pero en lugar de eso fueron obligadas a realizar trabajos manuales extenuantes. Las personas trabajadoras en el caso de GFA alegan que no sólo se les pagaba menos que a sus compañeros de trabajo no mexicanos y no hispanos por realizar trabajos similares, sino que también se les asignaban más horas y tareas más agotadoras, y se les prohibía hablar español en el lugar de trabajo.
La visa TN permite la entrada a los Estados Unidos de profesionales de México y Canadá “para participar en actividades empresariales a nivel profesional” de manera temporal. La demanda alega que las empresas conspiraron para defraudar a las personas trabajadoras mexicanas y al gobierno federal, aprovechándose del poco regulado programa de visas TN para satisfacer su necesidad de mano de obra barata.
En su empleo en el almacén de Hyundai Glovis en West Point, GA, Rosa Linda Soriano también alega que GFA y Hyundai Glovis se negaron a modificar su carga de trabajo y responsabilidades para acomodar su embarazo, y finalmente la despidieron por solicitar estas adaptaciones.
“Este caso proporciona otro claro ejemplo de cómo empleadores sin escrúpulos en toda la cadena de suministro de Hyundai y Kia y más allá están recurriendo a la categoría de visas TN, poco conocida y poco regulada, para llenar puestos de trabajo de bajo salario y nivel inicial, defraudando a los empleados y al gobierno de los Estados Unidos en el proceso. Nos enorgullece apoyar a las personas trabajadoras en su lucha contra empleadores abusivos y el uso indebido de las visas TN.” – Rachel Micah-Jones, fundadora y Directora Ejecutiva del Centro de los Derechos del Migrante.
“El fraude que las personas trabajadoras alegan en estos casos no sólo fue contra ellos y el gobierno. También fue contra la gente de Georgia y Alabama, que otorgó grandes exenciones fiscales a algunas de las empresas para que ubicaran sus plantas y almacenes ahí. Es indignante que las empresas que se aprovechan de estas exenciones fiscales no traten a los trabajadores, locales o del extranjero, con la dignidad y honestidad que merecen.” – Daniel Werner, socio de Radford Scott, LLP (Decatur, GA).
“Nuestros clientes vienen aquí con la intención de utilizar sus títulos de ingeniería obtenidos con esfuerzo, pero cuando llegan, se les asigna trabajo manual y enfrentan condiciones de trabajo inseguras que los trabajadores estadounidenses que trabajan a su lado no soportan. Tenemos el compromiso de llamar a cuentas a estos proveedores de automóviles y a detener esta práctica deplorable para asegurar que todas las personas trabajadoras tengan las oportunidades que se les prometen y merecen.” Rachel Berlin Benjamin, socia de Beal Sutherland Berlin & Brown.
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