Tenemos grandes noticias.
Esta mañana, trabajadoras migrantes presentaron la primera petición en contra de Estados Unidos bajo el T-MEC. La petición fue firmada por una coalición binacional de decenas de organizaciones aliadas liderada por el CDM. Juntas, estamos argumentando que el gobierno de los Estados Unidos no cumplió con sus obligaciones en virtud del acuerdo comercial al permitir la discriminación sistémica por motivos de género contra las trabajadoras migrantes.
“A las trabajadoras que están sufriendo abusos, quiero decirles que cuando decidí y elegí hablar, yo tenía mucho miedo por experiencias dolorosas,” dijo Maritza Pérez, co-peticionaria y ex campesina con visa H-2A. “Pero tengamos fe y valor para alzar nuestras voces mirando hacia adentro de nosotras mismas y encontrar la fuerza necesaria que exige se cumplan nuestros derechos.”
Durante 15 años, el CDM ha documentado innumerables casos de mujeres a las que se les ha negado el trabajo bajo los programas de visas H-2, se les ha canalizado a trabajos con salarios más bajos y han sido expuestas a violencia de género en su lugar de trabajo. Estamos orgullosas de apoyar a las co-peticionarias Maritza Pérez, Adareli Ponce y al Comité de Defensa del Migrante en exigir que el gobierno de los Estados Unidos ponga fin a la discriminación contra las trabajadoras migrantes.
Adareli Ponce Hernández, co-peticionaria
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Al no hacer cumplir sus leyes contra la discriminación, el gobierno de los Estados Unidos está esencialmente facilitando las prácticas de contratación arbitrarias e ilegales de los empleadores, lo que permite a las empresas elegir quién tiene acceso a visas y oportunidades laborales en los Estados Unidos: trabajadores jóvenes y varones.
Esta no es la primera vez que denunciamos el incumplimiento por parte del gobierno de EE.UU. de sus obligaciones comerciales. Después de presentar dos peticiones en el marco del acuerdo laboral paralelo del TLCAN durante la última década, nos enteramos de que este acuerdo comercial era ineficaz y no brindaba remedio a las y los trabajadores migrantes.
El verano pasado, la Oficina Administrativa Nacional de México respondió a nuestra petición del 2016 sobre discriminación basada en sexo reconociendo “la existencia de mecanismos en Estados Unidos, a los que las personas pueden acudir para manifestar los hechos que consideran discriminatorios.” Ellos sugirieron absurdamente que las trabajadoras migrantes podrían, por ejemplo, comunicarse con ICE o presentar quejas al gobierno federal de los EE.UU. Recibimos esta respuesta cuatro años después de presentar la petición, solo unas horas antes de que se derogara el TLCAN y entrara en vigencia el T-MEC.
Gracias a nuestra exitosa campaña con personas trabajadoras y organizaciones aliadas de México, Estados Unidos y Canadá en torno a la renegociación del TLCAN, el T-MEC incluye un Capítulo Laboral exigible que protege explícitamente a las personas trabajadoras migrantes y a las mujeres. Por primera vez, las violaciones laborales están al mismo nivel que otras disputas relacionadas con el comercio y someten a los gobiernos a sanciones.
“La discriminación ha estado presente en mi vida desde la primera vez que traté de obtener una visa de trabajo en 2001”, dijo Adareli Ponce Hernández, co-peticionaria e integrante del Comité de Defensa Migrante del CDM. “Ahora, la historia se repite: las mujeres buscan igualdad de oportunidades bajo la visa H-2 con resultados negativos. Espero que Estados Unidos cambie sus políticas para prevenir la discriminación contra nosotras, las mujeres. Necesitamos igualdad de oportunidades.” Adareli testificó ante la Oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos para abogar por la protección de las y los trabajadores migrantes durante la renegociación del TLCAN.
Adareli Ponce Hernández, co-peticionaria
Los gobiernos de México y Estados Unidos han considerado que las y los trabajadores migrantes son esenciales durante la pandemia y han expresado su voluntad de defender sus derechos. Su respuesta a nuestra petición de T-MEC determinará si están hablando en serio. Te actualizaremos.
En teoría, el T-MEC se muestra prometedor. Si el acuerdo, de hecho, promoverá los derechos de las y los trabajadores migrantes en toda la región, depende de la voluntad política de los gobiernos.
El gobierno mexicano debería aceptar la denuncia de inmediato y ejercer presión para presionar a Estados Unidos para que actúe. Y Estados Unidos debe implementar medidas de cumplimiento que garanticen la equidad y la dignidad de las trabajadoras migrantes.