El pasado viernes, el mundo entero sintonizó mientras la FIFA anunciaba las fechas y sedes de los partidos de la Copa Mundial del próximo año. Mientras la mayoría de las personas se enfocaban en el calendario de los partidos, nuestro equipo estaba concentrado en las protecciones para las personas trabajadoras migrantes durante el torneo. Inmediatamente después del sorteo, Ricardo Ortiz, Estratega de Campañas de CDM, se reunió con la presidenta Sheinbaum y le pidió que garantizara la protección de las personas trabajadoras migrantes, incluidas las trabajadoras y los trabajadores con visas temporales, durante la Copa Mundial y más allá.
Con el torneo acercándose rápidamente, los esfuerzos de la FIFA y de las Ciudades Anfitrionas para garantizar una Copa Mundial segura y justa para las personas trabajadoras que la hacen posible siguen siendo profundamente insuficientes.
Durante más de dos años, CDM, junto con muchas otras organizaciones de derechos laborales y humanos— ha instado a la FIFA y a las Ciudades Anfitrionas a colocar los derechos humanos en el centro de este Mundial. Les hemos pedido que establezcan un estándar que pueda replicarse en futuros países anfitriones, incluidos España, Marruecos y Portugal en 2030, y Arabia Saudita en 2034.
Junto con nuestras aliadas y aliados en múltiples coaliciones —particularmente Dignity 2026, Migration that Works y México Unido— hemos:
- Capacitado a líderes trabajadores migrantes sobre sus derechos y apoyado que se organicen para defenderlos.
- Desarrollado, en colaboración con Migration that Works, una propuesta de regulación modelo de derechos humanos que las Ciudades Anfitrionas pueden adaptar e implementar.
- Trabajado con las Ciudades Anfitrionas para compartir buenas prácticas sobre el uso de la ordenanza modelo y para poner en marcha el plan de derechos humanos de cada ciudad.
- Incidimos al más alto nivel para la protección de las personas trabajadoras migrantes. El viernes, Ricardo Ortiz, integrante del equipo de CDM, le pidió a la presidenta Sheinbaum su apoyo para las personas trabajadoras migrantes en el contexto de la Copa Mundial de la FIFA.
A solo unos meses del partido inaugural, la FIFA y las ciudades anfitrionas deben, de una vez por todas, redoblar esfuerzos y demostrar —con acciones concretas, y no solo con promesas vacías— su compromiso con la protección de los derechos humanos y laborales.
Hay dos posibles caminos por delante: uno conduce a un Mundial que siente un precedente importante sobre cómo los grandes eventos deportivos pueden tener un impacto positivo en los países anfitriones y en los derechos de las personas trabajadoras. El otro lleva a repetir los abusos y la explotación laboral que vimos en Qatar 2022. La FIFA y las ciudades anfitrionas tienen una decisión que tomar. El CDM se asegurará de que rindan cuentas por las acciones que emprendan.
Seguimos firmemente comprometidas en mantener la presión sobre la FIFA para garantizar que los derechos de las personas trabajadoras migrantes sean protegidos durante el Mundial 2026 y mucho después del silbato final.



