PRONUNCIAMIENTO PÚBLICO
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Martes, 24 de junio, 2025
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Francisco Díaz, francisco@cdmigrante.org
Baltimore, Md. — El pasado viernes, el Departamento del Trabajo de Estados Unidos (DOL, por sus siglas en inglés) suspendió discretamente la aplicación de su reglamento del 2024, el cual fortalecía las protecciones para las personas trabajadoras agrícolas reclutadas para laborar en Estados Unidos a través del programa de visas H-2A. En el Centro de los Derechos del Migrante (CDM) expresamos nuestra indignación ante esta decisión abominable, que pone en mayor riesgo de abuso y explotación a miles de personas trabajadoras.
Esta suspensión ocurre justo en un contexto de aumento en las acciones de control migratorio, que ha llevado a que las y los empleadores recurran cada vez más al programa de visas H-2A, un sistema ya plagado de abusos. Este es el momento de fortalecer las protecciones laborales en ese programa profundamente defectuoso, no de dejar a las personas trabajadoras aún más vulnerables.
Al decidir ignorar su propio reglamento, el DOL está negando a las personas trabajadoras agrícolas su derecho a un transporte seguro durante la jornada laboral y a recibir visitas en su vivienda sin temor a represalias. Además, elimina protecciones fundamentales contra el fraude en el reclutamiento, la trata de personas y las represalias.
El programa temporal de visas H-2A está marcado por los abusos. En nuestro informe Tiempo de reforma, basado en encuestas, encontramos que el 100% de las personas entrevistadas reportaron al menos una violación grave a sus derechos. El 94% reportó tres o más violaciones.
Las personas trabajadoras agrícolas que participan en el programa H-2A han luchado durante años —incluso décadas— por lograr protecciones contra el fraude, la trata y las represalias. Ahora, la administración Trump está ignorando esas demandas y desmantelando las protecciones ganadas con tanto esfuerzo.
La suspensión de este reglamento solo beneficia a las grandes corporaciones agrícolas y a empleadores sin escrúpulos que prefieren mantener a las personas trabajadoras aisladas y expuestas a la explotación.
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